¡Punción ovárica realizada con éxito!

Ayer a la noche cené bien (pedimos pizza, jeje) y me tomé el sobre de Zytromax, que es bastante fuerte y por eso recomiendan cenar bien antes. Hoy a la mañana, nos duchamos y a las 09:30h estábamos en la clínica. Nos hicieron pasar a una sala de espera en la planta de abajo (no como la de arriba de siempre), estuvimos ahí unos cinco minutos cuando la enfermera me llamó. Dijo que hiciera pis primero porque tenía que ir con la vejiga vacía. Dejé allí a JD y entré con ella en una sala donde me tuve que poner unas bolsas de plástico en los pies y en la cabeza, me llevó a una especie de habitación con camilla, mesita y armario y me dio la típica bata de hospital abierta por detrás para que me desnudara. Así lo hice y después de tomarme la tensión, entré caminando al quirófano. Estaba todo bastante oscuro aunque con focos grandes alumbrando. Había un señor y una señora más, que eran los anestesistas. Miraron mis venas y dijeron que no era para tanto, y que en peores guerras habían ganado. Y así fue, me pincharon a la primera (en la mano izquierda y con una aguja bastante larga) y nos quedamos charlando un rato de San Juan (que fue anoche). Me comentaron que teníamos que esperar a la Doctora, que se estaba cambiando, y que habíamos entrado con bastante antelación por lo de mis venas raritas. Les dije que me sedaran bien y que si en medio de la intervención sentía algo, les iba a avisar y se rieron... (a mí lo que más miedo me daba de todo esto era el dolor por poca anestesia, no sé porqué).

Dijeron que me pusieron una especie de tranquilizante -que yo no sentí- para que me fuera relajando, después vi a la Doctora, que estaba muy amable, vi una mascarilla cerca de mí que olía raro y no sé, ya no me acuerdo de absolutamente nada más… Me desperté más o menos a las 10:45h de la mañana y la enfermera, que es muy maja, me preguntó si estaba bien y que si quería que llamara a mi pareja. Dije que sí a ambas. JD no tardó en llegar, sentí que me tocaba la cara o las manos o el pelo… no me acuerdo bien, y me daba besitos diciéndome cosas cariñosas. Charlamos un poco aunque yo medio dormitaba a veces algo zombie… 

Vino la Doctora y me acarició un poco la cara, me dijo que habían quitado 4 ovocitos. Supuse que eso era bueno, pero después miré por internet que la media “normal” es entre 5 y 9, y que incluso a mujeres sanas y jóvenes le llegan a quitar hasta 20… Bueno, con todos los pinchazos de testosterona que me puse en los últimos casi dos años, creo que no debo estar triste por el resultado ya que mi cuerpo se comportó bastante bien y no tengo quejas.

Finalmente me dijeron que debía tomar una infusión para ver si mi cuerpo lo aceptaba ¡y con dos azucarillos! (soy más de Stevia XD) Trajeron agua muy caliente en una taza y Jeremías puso el sobre de té rojo que yo había elegido. Cuando enfrió me lo bebí, ¡estaba muy rico y me sentó de perlas! Después me incorporé para quedarme sentado otro rato más, y más tarde, después de tomarme la tensión un par de veces dijeron que me podía vestir. Mi pareja me ayudó a vestirme, ya que yo seguía mareado. Comprobamos que había manchado la camilla bastante de sangre, fui a hacer pis y efectivamente me seguía saliendo bastante sangre -como si fuera una regla corriente-, me tomaron la tensión una vez más y me dieron unas compresas muy raras sin parte adhesiva. Ya listos, pagamos los 600€ que quedaban para la finalización del ciclo y nos fuimos. Prendí un cigarro que me sentó realmente bien y nos tomamos un descafeinado en el bar de enfrente. 

Las indicaciones son claras: hoy nada de esfuerzo y 0 sexo hasta que vuelva la próxima menstruación para prevenir infecciones. 

La verdad es que desde las 16:00h que llegamos a casa no paré de aburrirme, y por ende, no paré de hacer cosas… que si colocar ropa en el armario, que si poner una lavadora, que si ordenar las alacenas… no me pude estar quieto, no me siento cansado ni nada y me angustia quedarme en la cama. También dijeron que debía tomar bebidas energéticas tipo Aquarius o Gatorade para recuperar energía, pero como jamás bebo ningún tipo de bebida que no sea agua (ni refrescos, zumos, etc…) se me hace raro y sólo me tomé un Aquarius a la hora de comer y hasta ahora sigo con agua y no me siento mal. La verdad es que sí tengo algo de molestias por la zona, como si fuera una regla algo dolorosa, pero lo puedo llevar bien (las tengo tenido peores), me siento algo vacío interiormente y algo irritable de ánimos, no sé por qué. También estoy realmente hinchado, ¡una barbaridad!, espero irme deshinchando con el paso de los días, porque hoy parezco un globo, jeje.

En definitiva: me siento bien. JD dice que soy valiente pero la verdad es que no lo considero así, sólo estoy haciendo lo que creo que debo hacer para ser papá algún día, nada más. Estoy seguro de que él también pasaría por esto y más aunque ahora diga que no, porque también es muy valiente.

Se me hace algo raro llevar toda la tarde solo en casa, eso sí. Cuando me operé de mastectomía, pasé varios días con mi madre, y ella misma (a parte de varios familiares) vinieron a casa y me trajeron chocolate o alguna cosilla así de chiste para cuando alguien se opera. Supongo que en el fondo con tanta hormona estoy muy sensiblero y me hubiera gustado mucho pasar la tarde con mimos y algún dulce de regalo. Pero bueno, en un ratito ya llegará él de trabajar, mañana a la tarde sí que vendrá mi madre y su prima a visitarme y pasado quizás venga mi mejor amiga, así que toca esperar.

Puedo decir, con claridad, que a cualquier chica (o chico en mi situación) que se plantée hacer esto, que lo haga. Sin miedos ni dudas. No vale de nada pasarse la vida deseando ser padre si después no se hace nada para conseguirlo… También, de paso, aseguro que no-duele-nada. O sea, que no te enteras completamente de nada. Es como despertar de la siesta y que te haya bajado la regla, punto.

Nosotros, por nuestra parte, no queremos realizar este proceso nuevamente porque ya sería sobrecargar cuerpo y mente demasiado (los efectos psicólogos de pasar por esto para un chico son mucho más complejos, y me dejó un poquito cansado anímicamente…). Todo fue realmente rápido, en tres semanas pasamos por mil estados hormonales diferentes y es muy cansado. Estos últimos días estábamos los dos algo alterados y nerviosos en general e incluso con nosotros mismos. Ahora que todo pasó, nos dimos un abrazo gigante y nos dimos cuenta que ninguno de los dos querría repetir. Es bastante estresante hacerlo tan rápido e intenso.

Pese a todas las críticas ‘negativas’ que se puedan leer acerca de Zygos, en Santiago de Compostela, a fin de cuentas nosotros quedamos contentos. Deben ser distantes para mantener una relación estricta médico-paciente y no encariñarse, pero no es mala gente a mi punto de ver, y al final todo salió bien y como se había previsto, lo único molesto es que tienen mucha prisa en hacer las cosas y eso agobia...

Ya se acabó esta aventura y cerramos un capítulo más en nuestras vidas, ¡pero todavía queda mucho! y os lo iremos contando con gusto.

Ahora sólo toca esperar a que nos llamen del laboratorio para confirmar si sobrevivieron los ovocitos o no… Madre mía, ojalá que sí porque haber pasado todo esto para que al final nada sí que me fastidiaría bastante… Pero bueno, de todo se aprende y de toda experiencia voy teniendo todo en mi cabeza más claro y nada nos va a detener.

¡Ya contaré más en cuanto yo sepa más!